Las futuras generaciones pedirán formación más específica a sus profesores y más tecnología en las aulas

Uno de los principales retos del sistema educativo español es incorporar nuevos perfiles de docentes a sus filas, más adaptados a las necesidades tecnológicas de nuestros hijos.

Alumnos de segundo de la ESO del IES Sagasta no reciben la clase de Francés  desde la semana del 12 al 16 de noviembre

La irrupción de la tecnología en la sociedad ha conseguido que en España ya hablemos de nativos digitales. Unos niños que serán nuestros profesionales del mañana y que tendrán trabajos en los que se exigirán perfiles nuevos. Para no fallar es necesario que la educación española se modernice e incluya formaciones nuevas y sobre todo nuevos formadores.

Formadores que tendrán que tener un perfil muy concreto para dar respuesta a las exigencias de nuestros futuros estudiantes. Según el informe Empleo en educación, elaborado por Infoempleo y Unir, en España se necesitará cubrir vacantes relacionadas con la gestión educativa, la enseñanza de idiomas, las competencias digitales y la formación a medida del alumno. Eso implica que haya futuro para educadores interculturales, especialistas en neuroeducación, expertos en tecnología educativa, competencias digitales y metodologías innovadoras, maestros de educación especial, orientadores psicopedagógicos, profesores bilingües, de español para extranjeros, o especializados en una materia muy concreta.

Puestos con los que además el sistema educativo español renovará sus filas. A día de hoy más de un tercio de los profesores en activo tiene más de 50 años. De ahí que en los próximos doce años el sistema educativo español pueda –siempre que el pacto educativo lo permita y que no haya más recortes- tener una gran capacidad para crear puestos de trabajo: entre 100.000 y 500.000 empleos, según las cifras de la Unesco que se recogen en el informe.

Más tecnología en las aulas

Empleos que servirán para poner en nuestros centros esos nuevos perfiles y para cubrir puestos que todos los docentes que se vayan jubilando de aquí a entonces dejen libres. Todos ellos tiene ante sí un desafío común: hacer que las tecnologías estén más presentes en las aulas, en el proceso de aprendizaje y en la promoción de la enseñanza multilingüe.

A ese reto, el sistema educativo español suma otros que no son tan nuevos. Entre ellos está mejorar las diferencias entre regiones, reducir el abandono escolar, aumentar la convivencia en las aulas y disminuir la brecha de género.

“La educación es fundamental en nuestra sociedad. Por eso este informe trata de arrojar luz sobre las cifras del sector y las oportunidades laborales que ofrece. Tenemos muchos retos presentes y futuros y es momento de trabajar en ellos y procurar una educación de calidad, que prepare a los profesionales del futuro con una experiencia en las aulas que complete y apoye su experiencia vital en la etapa escolar”, sostiene Jorge Guelbenzu, director general de Infoempleo.

A nivel interno, con sus profesionales, el sistema educativo español tiene ante sí otro reto importante: la interinidad que sufren muchos de sus docentes y la falta de reconocimiento social que los profesores tienen actualmente.

Según las cifras del informe, en el curso 2016-17 España contaba con 695.598 docentes de enseñanza no universitaria, de los cuales 491.894 trabajaban en el sector público. En el mismo se indica que un 72% de esos docentes son mujeres y que la educación pública predomina con 19.092 centros frente a los 9.317 privados.